En alguna que otra ocasión, hablando con mi novio de cuando estudiábamos,
me había comentado el éxito de estos bocatas entre algunos de sus compañeros
cuando estudiaba Ilustración. Y después de todos estos años juntos por fin me
he decidido a probarlos.
Esta receta es para dos bocadillos, para hacer cuatro hará falta el doble de las cantidades aquí descritas. Necesitaremos: pan,
doscientos gramos de gijas (o picadillo de carne adobada), dos ajos grandes, una chalota, media
cebolla pequeña, un bote de tomate triturado y pimientos del piquillo.
Empezamos echando en una sartén, calentada a fuego medio, una
cucharada sopera de aceite y agregamos los ajos y la chalota cortados en láminas,
y la cebolla troceada en dados. Una vez estos doren añadimos las gijas. Y cuando
estén prácticamente hechas (aunque aún algo crudas) agregamos de cinco a seis
cucharadas soperas de tomate, terminamos de cocinar y reservamos.
Cortamos el pan por la mitad y ponemos las gijas en cualquiera de
las dos mitades, ponemos encima tres o cuatro pimientos del piquillo, cerramos
el bocata y a comer.