Bueno, otra improvisación sencilla pero que quedó buena.
Primero troceamos: cuatro champiñones frescos a poder ser, dos puñados de espárragos trigueros y cuatro cabezas de ajo. Llenamos hasta la mitad de agua una cazuela alta mediana. La ponemos a fuego alto hasta que el agua rompa a hervir, entonces bajamos a fuego medio y añadimos: una pastilla de caldo de pescado, dos hojas de laurel, y las verduras troceadas. Dejamos cocer diez minutos y añadimos ocho puñados de espirales de pasta de verduras, removiendo cada cinco minutos durante quince minutos. Una vez esté cocida en su punto la pasta, la escurrimos mientras calentamos una sartén grande a fuego medio. Echamos una cucharada de aceite de oliva, un brick de nata de quinientos mililitros y la pasta con verduras escurrida. Dejamos diez minutos removiendo cada dos o tres minutos, y ya tan solo es servir las raciones y añadir pimienta molida a gusto de cada uno.
Primero troceamos: cuatro champiñones frescos a poder ser, dos puñados de espárragos trigueros y cuatro cabezas de ajo. Llenamos hasta la mitad de agua una cazuela alta mediana. La ponemos a fuego alto hasta que el agua rompa a hervir, entonces bajamos a fuego medio y añadimos: una pastilla de caldo de pescado, dos hojas de laurel, y las verduras troceadas. Dejamos cocer diez minutos y añadimos ocho puñados de espirales de pasta de verduras, removiendo cada cinco minutos durante quince minutos. Una vez esté cocida en su punto la pasta, la escurrimos mientras calentamos una sartén grande a fuego medio. Echamos una cucharada de aceite de oliva, un brick de nata de quinientos mililitros y la pasta con verduras escurrida. Dejamos diez minutos removiendo cada dos o tres minutos, y ya tan solo es servir las raciones y añadir pimienta molida a gusto de cada uno.