Recuerdo haber probado esta receta en casa de alguna abuela, y un día vi las borrajas frescas. Así que decidí hacerlas.
Cogemos un puñado de borrajas troceadas y las cocemos a fuego medio hasta que queden en su punto, Las escurrimos y reservamos el caldo. Freímos dos ajos cortados en láminas hasta dorarlos, con poco aceite a fuego medio. Los echamos por encima de las borrajas escurridas y reservamos también. Por último, habiendo dejado cuatro puñados de garbanzos grandes a remojo cubiertos de agua con una cucharada de bicarbonato durante dos días, y habiéndolos escurrido y aclarado varias veces. Los cocemos en la olla con el caldo de las borrajas, una pizca de perejil, otra de nuez moscada y dos ajos pelados (añadir más agua si es poca). Ponemos a fuego alto y cuando comience a hervir cerramos la olla en su posición normal o uno. Cuando coja presión bajamos a fuego medio-alto y esperamos cuarenta minutos… ¡Y listo! Ya solo es mezclar los garbanzos con las borrajas y su sofrito.
Cogemos un puñado de borrajas troceadas y las cocemos a fuego medio hasta que queden en su punto, Las escurrimos y reservamos el caldo. Freímos dos ajos cortados en láminas hasta dorarlos, con poco aceite a fuego medio. Los echamos por encima de las borrajas escurridas y reservamos también. Por último, habiendo dejado cuatro puñados de garbanzos grandes a remojo cubiertos de agua con una cucharada de bicarbonato durante dos días, y habiéndolos escurrido y aclarado varias veces. Los cocemos en la olla con el caldo de las borrajas, una pizca de perejil, otra de nuez moscada y dos ajos pelados (añadir más agua si es poca). Ponemos a fuego alto y cuando comience a hervir cerramos la olla en su posición normal o uno. Cuando coja presión bajamos a fuego medio-alto y esperamos cuarenta minutos… ¡Y listo! Ya solo es mezclar los garbanzos con las borrajas y su sofrito.