Bien…empezamos llenando
una cazuela con dos tazones de agua, una cucharada de sal gruesa, un
tercio de una pastilla de caldo de carne, dos hojas de laurel y medio puerro
troceado. Lo ponemos a fuego alto y en cuanto comience a hervir añadimos cuatro
puñados de arroz, dejamos que entre en ebullición de nuevo y bajamos a fuego
medio. Pasados quince minutos retiramos la cazuela del fuego, escurrimos el arroz
y lo devolvemos a la cazuela. Por último, freímos dos pimientos pequeños: rojos,
naranjas y amarillos (si no los encontráis de ese tamaño los podéis comprar más
grandes y freír un trozo de cada), y dos huevos… ¡Y ya está! Tan sólo servir
sus respectivas raciones en cada plato acompañadas de tomate frito en este
caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario