La receta de hoy es otra receta espontánea que la verdad es
que quedó buenísima.
Primero compramos dos costillas de vaca medianas y le
pedimos al carnicero que las corte a la mitad. Una vez en casa ya listos para
cocinar, colocamos los cuatro trozos de costilla de vaca en la bandeja baja del
horno, y la llenamos casi hasta el borde de agua (dejadla en los raíles y
ayudaros de una jarra para llenarla). Añadimos una pastilla y media de caldo de
carne, dividida en cuatro partes iguales, encima de las costillas. Una cuchara de
de aceite de oliva virgen, una pizca de nuez moscada molida, una cucharada de perejil,
unos chorritos de vinagre de Modena, y un puñadito de uvas pasas (todo ello por
encima de la carne). Habiendo calentado ya el horno a doscientos grados, dejamos
la bandeja durante media hora en el horno y, dando la vuelta a cada trozo de
costilla con cuidado y colocando sus respectivas pasas encima otra vez,
esperamos otra media hora… ¡Y listo!
*En caso de que os sobre ración y necesitéis guardarla en el
frigorífico, para calentarlo de nuevo y que quede bien poned el microondas al
cincuenta por ciento de potencia durante seis u ocho minutos, y os quedará casi,
casi, como recién hecho.
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